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La nueva definición de obesidad aumenta el número de diagnósticos

Miriam E. Tucker
16 de julio de 2025

“Si se compara la cohorte con sobrepeso con la de peso normal y sin comorbilidades ni complicaciones se observa mayor riesgo de mortalidad. Esta es la verdadera comparación… en la cohorte con sobrepeso separar a los que están sanos de los que no lo están. Entonces se encontrará el alto riesgo”, destacó el Dr. Dicker.
Sin embargo, la Dra. Geltrude Mingrone, Ph. D., profesora de Medicina Interna en la Universidad Católica de Roma, en Italia, y de Diabetes y Nutrición en el King’s College London, en Inglaterra, señaló que la European Association for the Study of Obesity definió la obesidad mediante un esquema basado en el riesgo, mientras que The Lancet Commission propuso un modelo de enfermedad clínica.

“Los resultados ponen de manifiesto una limitación significativa. Si bien los criterios de la European Association for the Study of Obesity reclasificaron aproximadamente a uno de cada cinco adultos estadounidenses como personas con obesidad, esta reclasificación no se correlacionó con riesgo sustancialmente mayor de mortalidad cuando se controlaron otras variables”.

La Dra. Mingrone añadió que los resultados del nuevo estudio “indican que las comorbilidades en sí mismas, no necesariamente la obesidad definida por la European Association for the Study of Obesity, pueden estar determinando el aumento del riesgo. Los resultados implican que la definición, aunque potencialmente útil para identificar el riesgo de morbilidad y orientar la atención clínica, no mejora significativamente la predicción de la mortalidad más allá de los umbrales tradicionales del índice de masa corporal. Esto plantea inquietudes sobre la relevancia clínica y de salud pública de redefinir la obesidad en términos que no concuerdan con claras diferencias en cuanto al pronóstico”.

Redefinir la obesidad ha resultado difícil en Estados Unidos, declaró a Medscape Noticias Médicas la experta en obesidad, Donna H. Ryan, profesora emérita del Pennington Biomedical Research Center, de Baton Rouge, en Luisiana, Estados Unidos. “Hay gran debate en la comunidad de la obesidad sobre cómo identificar mejor quién necesita tratamiento para la obesidad. Desafortunadamente la comunidad de atención primaria aún no ha llegado a ese punto. No suele codificar la obesidad… a pesar de que el índice de masa corporal es una medida básica que figura en el registro electrónico de cada consulta. La mayor parte de los esfuerzos se centra en la medición de la grasa central, pero en la mayoría de los consultorios ni siquiera hay cinta métrica y si existe, no realizan la medición con regularidad ni correctamente”.

Se requieren mejores métodos, afirmó Ryan. “Tenemos que salir de la Edad Media con la cinta métrica… Buenas alternativas son la absorciometría de rayos X de energía dual y la antropometría digital, que permiten medir la adiposidad central y la grasa corporal total. Ha llegado el momento de utilizar algunas herramientas diagnósticas del siglo XXI… Rechazo decirlo, pero estos esfuerzos por mejorar el diagnóstico de la obesidad parecen centrarse en excluir a las personas del tratamiento, no en identificar a quienes realmente lo necesitan”, concluyó.
El Dr. Dicker informó haber recibido becas, honorarios personales y apoyo no económico de Novo Nordisk y Eli Lilly, así como honorarios personales y apoyo no económico de Behringer Ingelheim. Ryan informó ser consultora o ponente de AbbVie, Amgen, Altimmune, Astra Zeneca, Biohaven, Calibrate, Carmot Therapeutics, Currax, Eli Lilly, Epitomee Medical Limited, Nestle HealthCare Nutrition, Novo Nordisk, Regeneron, Structure Therapeutics, Tenvie y Wondr Health. La Dra. Wee ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Este contenido se tradujo de la edición en inglés de Medscape.

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